La expulsión se produjo después de que el obispo Herrera Gutiérrez criticara un tumulto formado por las autoridades en el exterior del templo donde estaba celebrando misa.
El obispo de Jinotega y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), monseñor Carlos Enrique Herrera Gutiérrez de 75 años, fue desterrado a Guatemala, según informó este jueves el gobierno guatemalteco y una fuente eclesial.
Monseñor Herrera, de la diócesis de Jinotega (norte de Nicaragua) y presidente de la CEN desde 2021, es el tercer obispo expulsado tras Rolando Álvarez, de Matagalpa (norte), e Isidoro Mora, de Siuna (noreste), que estuvieron encarcelados y fueron acogidos en Roma.
Monseñor Herrera “ingresó de manera regular anoche [miércoles] en un vuelo comercial”, dijo el gobierno de Guatemala en un breve mensaje, en el que precisó que “de momento” no ha recibido una “solicitud de asilo” de parte del obispo.
Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, acusan a la Iglesia de haber apoyado las protestas de 2018 que dejaron más de 300 muertos, según la ONU, y que ellos consideran un intento de golpe de Estado patrocinado por Washington.
El destierro de monseñor Herrera ocurre después que hizo una denuncia pública contra el gobierno local de Jinotega. El domingo, 10 de noviembre, durante la misa vespertina en la catedral San Juan Bautista, el obispo expresó su descontento con los constantes actos ruidosos organizados por la municipalidad, que interrumpen las celebraciones litúrgicas. Sus palabras en la misa fueron: “Esto es un sacrilegio lo que están haciendo el alcalde y todas las autoridades municipales, les pedimos perdón a Dios por ellos y por nosotros”. La denuncia fue realizada durante el rito penitencial.
Redes de la diócesis de Jinotega desactivadas
El miércoles, antes del destierro del obispo Herrera, la página oficial de la diócesis de Jinotega en Facebook fue desactivada. Una red social que la diócesis usaba para transmitir en directo las misas dominicales, los Jueves Eucarísticos y otros eventos religiosos, principalmente los que eran presididos por monseñor Herrera.
Prohibición de pastoral en hospitales
Según la prensa local, entre otras medidas contra la Iglesia Católica esta la prohibición de entrada a los hospitales públicos a los sacerdotes para que administren la Unción de Enfermos. Aunque no existe ningún documento oficial, los medios informan que esta medida ha sumido en la desesperación a familiares y enfermos.
Solidaridad del Celam con la Iglesia de Nicaragua
A través de una carta dirigida al cardenal Leopoldo José Brenes, arzobispo de Managua y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), expresó su cercanía y “disponibilidad fraterna” a esta Iglesia y a todos los fieles de este país, tras la expulsión del país de monseñor Carlos Herrera, como presidente de esta institución.
“Nos solidarizamos con él y rezamos para que esta situación se solucione pronto y pueda regresar a su Patria”, se lee en la misiva, en la que los miembros de la presidencia del Celam manifiestan su conmoción ante la noticia del destierro de monseñor Herrera, quien en la noche del 13 de noviembre -según se conoce-, cuando el también obispo de Jinotega salía de una reunión y fue detenido por la Policía Nacional.
En su mensaje, las directivas del órgano episcopal latinoamericano manifiestan su dolor por “los acontecimientos que afligen al a Iglesia que peregrina en Nicaragua”, de manera especial lamentaron la situación por la que están atravesando varios obispos y sus jurisdicciones.
Al solidarizarse con monseñor Carlos Herrera, el Celam ofrece sus oraciones, “para que todos los obispos y el santo pueblo de Dios, con la fortaleza de la fe”, sigan siendo “testimonio de fidelidad al Señor que resplandece hacia todo el continente”.
“Atropello a la fe”
Según un informe publicado hace dos semanas por la ONG Colectivo Nicaragua Nunca Más, desde Costa Rica, más de 50 religiosos fueron desterrados por el gobierno desde 2018. Al menos 74 estuvieron detenidos y se despojó de su nacionalidad a 35 de ellos, agregó.
“Continúa la represión contra la Iglesia en Nicaragua”, lamentó en X el salvadoreño-español José María Tojeira, portavoz de los jesuitas en América Central. Agregó nunca haber visto en la región “una persecución tan sistemática a la fe” cristiana.
“Hacemos un llamado a la comunidad internacional y a los organismos de derechos humanos a denunciar este atropello y a exigir respeto a la fe y sus representantes en el país”, señaló en un comunicado la Fundación para la Libertad de Nicaragua.
En su cuenta en X, el activista opositor Lesther Alemán, exiliado en Estados Unidos, lo calificó como una “acto cobarde de la dictadura contra la Iglesia”.
“El destierro de monseñor Herrera de forma arbitraria y clandestina sigue evidenciando la persecución, de la cual es víctima la Iglesia Católica por parte de la dictadura”, escribió la Alianza Universitaria Nicaragüense.
Félix Maradiaga, exaspirante presidencial que estuvo preso y se exilió en Estados Unidos, aseguró que tras la denuncia de Herrera contra la alcaldía “las cuentas de redes sociales de la diócesis” fueron “suspendidas”.
“Este es otro ataque contra la libertad religiosa y la dignidad humana en Nicaragua, y exige la atención y condena internacional”, aseveró.
El gobierno confiscó propiedades y bienes de organizaciones religiosas, tras el endurecimiento de las leyes para controlar la actividad y origen de los fondos de las ONG, de las cuales cerró unas 5.600.
Señalados de “traición a la patria”, unos 450 políticos, empresarios, periodistas, intelectuales, activistas de derechos humanos y religiosos fueron expulsados de Nicaragua y despojados de su nacionalidad desde febrero de 2023.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU presentará el viernes su informe sobre Nicaragua en Ginebra.
Expertos de la ONU acusan al gobierno de Nicaragua de “crímenes de lesa humanidad”.
Fuente: AICA