Casa de todos, cuna de mi infancia,
patio de soles y lunas.
Hoy nueve años desde aquella tarde
que, sin saberlo, fue la ultima.
Al frente, un viejo árbol y un solitario camino,
vigilan mis recuerdos.
Allí, cada tarde espere el milagro,
mi deseo mas grande de niña: el encuentro con El.
Contemplo y mi existir se pierde en el tiempo,
sintiéndome pequeña, frágil,
como una hoja que duda tocar la tierra.
