En un curioso y sorprendente giro de eventos, el padre Adrián Centurión, vicario de la Basílica Santuario de la Virgen de Caacupé, ha causado sensación no solo en el ámbito religioso, sino también en el deportivo. El sacerdote se ha sumado como refuerzo al plantel del Club Libertad de la compañía Ojopói (Paraguay) participando activamente en el Torneo de la Liga Deportiva de Piribebuy (LDP), cuya temporada comenzó este fin de semana.
El padre Centurión, conocido por su labor pastoral, ha demostrado su pasión por el fútbol al integrar el equipo de Libertad. El domingo, tras celebrar la misa matutina en la basílica, se dirigió al campo de juego para unirse a su equipo. Aunque su desempeño no incluyó goles, su participación no pasó desapercibida para los hinchas que, sorprendidos por su doble faceta como sacerdote y futbolista, lo aplaudieron al ingresar en el segundo tiempo. El partido contra el Club Atlético Independiente terminó en empate sin goles, pero la presencia del padre Centurión en el campo fue, sin lugar a dudas, el evento más destacado de la jornada.
El curioso fenómeno de ver a un sacerdote en un terreno de juego no es habitual, pero el padre Centurión ha dejado claro que no hay límites para seguir las pasiones y servir a la comunidad en múltiples formas. “Con la fe puesta”, como él mismo menciona, Centurión continúa su misión tanto en la iglesia como en el fútbol, demostrando que, en la vida, siempre hay espacio para la espiritualidad y el deporte.
Esta historia de fe, dedicación y pasión por el fútbol sigue sorprendiendo a todos y generando conversación en la comunidad. Mientras tanto, el padre Adrián continúa siendo un ejemplo de cómo un hombre puede abrazar diversas vocaciones con dedicación y humildad.
Fuente: Cordillera sin censura
