brochero

Bienaventuranzas Misioneras Brocherianas

Bienaventurado el misionero que como Brochero no ve en el otro a un inferior sino a un hermano.

Bienaventurado el misionero que como Brochero ve en La Misión un camino para amar a los que visita y compartir su vida.

Bienaventurado el misionero que como Brochero no se manda solo sino que trabaja en comunidad, aunque se vaya más lento.

Bienaventurado el misionero que como Brochero pone todo su esfuerzo para reconocer la dignidad y la promoción de las personas (y la justicia).

Bienaventurado el misionero que como Brochero siente que la Buena Noticia es un tesoro que no puede guardarse sino que debe ser compartido.

Bienaventurado el misionero que como Brochero no se asusta de las dificultades e impedimentos sino que los transforma en medios para confiar en la gracia.

Bienaventurado el misionero que como Brochero no se conforma con lo conseguido sino que sigue soñando para los suyos.

Bienaventurado el misionero que como Brochero no le bastan los que ya vienen si no que sale a buscar a los que no están, a los que no quieren venir o a los que nadie quiere recibir, aunque esto vaya en contra de su buena fama.

Bienaventurado el misionero que como Brochero se hace pedigüeño para aquellos a los que sirve.

Bienaventurado el misionero que como Brochero no se asusta del desprecio ni se victimiza, sino que lo vive como un encuentro más cercano con Aquel que lo llamó.

Bienaventurado el misionero que como Brochero no ve a la enfermedad como un límite sino como una oportunidad para rezar y misionar con su oración y la entrega de su dolor.

Bienaventurado el misionero que como Brochero no se asusta de sus malas palabras ni pierde el buen humor aún en las situaciones más difíciles.

Bienaventurado el misionero que no deja de sentirse Iglesia ante los silencios y las ausencias.

Bienaventurado el misionero que como Brochero quiere tener un corazón grande donde quepan todos todos todos y a elegir el olor a oveja antes que la mejor fragancia.

Bienaventurado el misionero que como Brochero tiene toda su riqueza en el corazón de Jesús el amor a la iglesia y el abrigo de su madre La Purísima

AMÉN


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