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18. Experiencia religiosa, experiencia humana

El 16 de julio es una fiesta importante en esta zona: celebran a Nuestra Señora de Itatí. Muchas casas tienen ermitas dedicadas a esa advocación. ¡Gran experiencia de fe popular, si las hay! Recibí varias invitaciones y no quería perderme ninguna, así que recorrí algunas casas ese día. Empecé a las 9.30 AM en lo de la familia Santa Cruz, donde ya marchaban choris y en las estacas se estaba terminando de cocinar una deliciosa carne de vaca. También había una olla dispuesta para el locro. Iban llegando personas tanto de ese paraje, Boquerón, como de otros. Se acercaban a la ermita, tocaban la imagen de la Itatí, se hacían la señal de la cruz, prendían una vela.

Habiendo desayunado un chori y un pedacito de costilla, me fui a lo de la familia Rodríguez. Hicieron una breve cabalgata a modo de peregrinación y cuando llegué, estaban rezando el rosario. Mismo escenario: ermita celeste, velas, parrilla, estacas. Camino hacia la tercera casa me confundí de tranquera. Unas 15 personas en una sobremesa y al fondo, una imagen de la Itatí, a la que también estaban festejando con un asado. Me di cuenta de que no era la familia que buscaba y, sin embargo, Doña Yoli, la dueña de casa (que no me conocía), hizo que me sentara a comer. Finalmente, llegué a lo de la familia Alcaraz, donde también comí asado con ensalada. Después, me pidieron que guiara un rosario en su ermita y al terminar, un acordeón y una guitarra hicieron sonar unos chamamés dedicados a la Itatí, con la voz de don Adolfo, padre de esa familia.

Comunidad, fe, hospitalidad. Encuentro, alegría, generosidad. Ese 16 de julio resume un poco mi experiencia de año y medio en este monte chaqueño, en el que cada persona se alegra de recibirme en su casa aun sin conocerme. Saberme recibida, alimentada, abrazada, esperada. Esta gente que me ayuda a agudizar el oído, la mirada. Esta gente que, sin saberlo, confirma con su vida la Teoría de la Relatividad de Einstein: el tiempo es relativo. Lo experimento cada vez que entro a una casa, donde frenan todo lo que están haciendo para recibirme y su reloj se detiene para atenderme a mí.

“Existen dos formas de ver la vida: una es creyendo que no existen los milagros,
la otra es creyendo que todo es un milagro”, Albert Einstein


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